miércoles, 13 de marzo de 2013

EL VOLUNTARIO


Recientemente, he comenzado una labor voluntaria en la que, cada día que pasa, me gustaria involucrarme más, porque por primera vez en mucho tiempo siento que realizo una labor útil de ayuda a los demás.

Consiste en pasar una tarde con niños que viven en asentamientos a las afueras de la ciudad, casi todos de procedencia rumana, con los que debes intervenir como monitor de refuerzo escolar y realizar actividades con ellos que, en cierta forma, les ayude a adquirir unos hábitos y comprensión del mundo, alejados de aquellos que han aprendido en las circunstancias adversas vividas diariamente.

Cuando los recoges de los asentamientos, la ilusión está dibujada en sus caras; es una pequeña aventura fuera de la cárcel sin barrotes en la que han nacido. Entonces, descubres que no vas a poder cambiar las cosas que tendrás que devolverlos por la noche a su casa de chapa o plástico por la que entran las goteras en los dias de lluvia. Pero las horas en las que puedes enseñarle a hacer una suma o sacarle una sonrisa con algún simple juego merecen la pena.

Descubrir que una tarde de mi tiempo sirve para darles esperanza a unos niños es de lo mejor que me ha ocurrido en mucho tiempo. Ojalá hubiera empezado antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario